– Según un estudio de Ecologistas en Acción
MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
Sustituir 11 rutas aéreas peninsulares en España por viajes en tren de hasta cuatro horas supondría el ahorro de más de 50.000 vuelos al año, la emisión de más de 300.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y cerca de 50 millones de euros de costes económicos y sociales, sobre todo vinculados al cambio climático.
Esas son las principales conclusiones del informe ‘Eliminación de vuelos cortos en España. Estudio de impacto y viabilidad’, elaborado por Ecologistas en Acción y presentado este miércoles en una rueda de prensa en Madrid por Pablo Muñoz y Carmen Duce, coordinador de Aviación y responsable de Transporte de esa organización, respectivamente.
Entre 2013 y 2019, las operaciones aéreas en España crecieron un 27% y las emisiones de CO2 asociadas aumentaron un 30%, mientras en ese periodo Alemania mantuvo su número de vuelos internos y Francia redujo las emisiones en un 5% y Reino Unido lo hizo en un 8%.
El estudio, realizado tras el apoyo en la pasada legislatura de varios grupos políticos a la eliminación de vuelos cortos en la Ley de Movilidad Sostenible, analiza las rutas aéreas nacionales que cuentan actualmente con una alternativa ferroviaria de hasta cuatro horas.
Francia es el único país de la UE que ha suprimido los vuelos cortos (con alternativa ferroviaria de hasta 2,5 horas) y la Asamblea Ciudadana para el Clima ya propuso el año pasado «minimizar los vuelos domésticos en España cuando haya alternativas en tren», con un mínimo de 350 kilómetros para volar en avión.
Muñoz apuntó que «la sustitución de vuelos cortos por trayectos en tren es técnica y legalmente viable, tanto por las alternativas ferroviarias existentes como por los precedentes existentes en la UE».
«Además, resulta enormemente necesaria: España es uno de los países de la UE donde más han crecido los vuelos domésticos en los últimos años, con unos enormes impactos en términos de emisiones totalmente incompatibles con los objetivos que nos hemos dado».
ONCE RUTAS
La investigación identifica 11 rutas potencialmente sustituibles (ida y vuelta): Madrid-Alicante, Madrid-Barcelona, Barcelona-Valencia, Madrid-Málaga, Madrid-Pamplona, Madrid-Santiago de Compostela, Madrid-Sevilla, Madrid-Valencia, Madrid-A Coruña, Madrid-Granada y Madrid-Logroño.
Esas rutas transportaron en 2019 (último año completo de normalización del tráfico aéreo antes de la pandemia de la covid-19) a cerca de 5,92 millones de pasajeros, esto es, un 34,8% del total peninsular y un 13,9% del total nacional.
Además, aglutinaron ese año un total de 50.968 operaciones aéreas (un 36,5% de las peninsulares y un 13,1% de las nacionales) y generaron 389.669 toneladas de CO2 (entre un 30% y un 40% de las peninsulares y un 12,4% de las nacionales).
Específicamente, el ‘puente aéreo’ entre Madrid y Barcelona supuso entonces más de 15.000 vuelos y generaron más de 168.000 toneladas de CO2.
El informe señala que si todos los pasajeros que volaron en alguna de esas 11 rutas aéreas hubieran viajado en tren se habría ahorrado 306.125 toneladas de emisiones de CO2, es decir, entre un 30% y un 40% de todo el tráfico aéreo peninsular y un 9,7% del total.
COSTE ECONÓMICO Y TIEMPO
Por otro lado, el estudio analiza otras implicaciones asociadas a la sustitución de vuelos por trayectos en tren, como los costes económicos en concepto de externalidades (impactos sobre la salud, costes de cambio climático, el bienestar o daños en el entorno habitable) de cada modo de transporte. Así, eliminar las 11 rutas aéreas identificadas supondría un ahorro de 50,6 millones de euros anuales.
En cuanto a los tiempos de viaje ‘puerta a puerta’ (es decir, desde la salida de casa hasta la llegada al destino), el informe indica que optar por el tren supone tardar menos que hacerlo en avión en las 11 rutas aéreas escogidas, puesto que hay que considerar el trayecto hacia el aeropuerto o la estación ferroviaria, la facturación, el control de seguridad, la recogida de equipaje y el traslado final.
Por último, el estudio analiza los potenciales efectos sobre la competencia y la concentración del mercado de la medida de eliminación de vuelos nacionales y detecta 56 frecuencias diarias en manos del grupo IAG (Iberia y Air Europa) y una de Ryanair.