– Y también en consumo de energía primaria, según Eurostat
MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
España se convirtió el año pasado en el cuarto país de la UE que más redujo su consumo de energía final, según datos de Eurostat dados a conocer este lunes.
El consumo de energía final es la empleada por usuarios como los hogares, la industria y la agricultura. Es la energía que llega a la puerta del consumidor final y excluye la utilizada por el propio sector energético y los combustibles transformados en las centrales eléctricas.
Por su parte, el consumo de energía primaria mide la demanda total de energía de un país. Abarca el consumo del sector energético, las pérdidas durante la transformación (por ejemplo, de petróleo o gas en electricidad) y distribución de energía, y el consumo final de los usuarios finales. Excluye los portadores de energía utilizados para fines no energéticos (como el petróleo no utilizado para la combustión, sino para la producción de plásticos).
Según Eurostat, el consumo de energía de la UE volvió a aumentar el año pasado tras una caída en 2020 por el impacto de la pandemia de la covid-19, aunque se situó lejos de su pico en 2006, cuando el consumo de energía primaria fue un 34,0% superior al objetivo de 2030 y el consumo de energía final estuvo un 23,6% por encima la meta al final de esta década.
En cuanto al consumo de energía final alcanzó el año pasado 968 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep), un 6,8% más respecto a 2020 y un 1,8% menos en relación a 2019. Se alejó un 14,8% del objetivo de 2030, fijado en 846 Mtep.
Por países, el consumo de energía final bajó en 19 países de la UE durante el año pasado en comparación con la media entre 2017 y 2019, pues 2020 distorsiona la estadística. Las mayores caídas se registraron en Malta (-10,0%), Chipre (-9,7%), Portugal (-7,1%) y España e Irlanda (-6,6% en ambos casos). La media comunitaria es de un descenso de un 2,1%.
ENERGÍA PRIMARIA
Por otro lado, el consumo de energía primaria en la UE alcanzó 1.309 Mtep en 2021, un 5,9% más en comparación con 2020, pero un nivel por debajo de 2019 (1.354 Mtep). Se trata de un 16,1% respecto al objetivo para 2030.
Aunque el consumo de energía primaria aumentó el año pasado, esos 1.309 Mtep fueron el segundo nivel más bajo desde 1990 (primer año del que se dispone de datos), solo por detrás de 2020 (1.235 Mtep).
En comparación con la media de 2017-2019, el consumo de energía primaria disminuyó un 4,6%, con los mayores descensos en Estonia (-16,8%), Portugal (-13,3%), Grecia (-10,5%) y España (-9,0%) y los principales aumentos en Lituania (5,7%), Polonia (2,8%) y Rumanía (2,2%).