MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El indicador de estrés en los mercados financieros calculado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se mantuvo en el último trimestre en el umbral que separa el riesgo medio y bajo (0,27) y en la primera semana de octubre marcó un 0,25.
Así lo refleja el informe de coyuntura de la CNMV publicado este jueves en el que se incluye el indicador de estrés, que proporciona una medida en tiempo real del riesgo sistémico en el sistema financiero español y que oscila entre 0 y 1. Para ello evalúa el estrés en seis segmentos del sistema financiero. Las estimaciones econométricas indican que valores del indicador por debajo de 0,27 corresponden a periodos de estrés reducido, mientras que valores entre 0,27 y 0,49 corresponden a periodos de estrés intermedio, y por encima de 0,49, a periodos de estrés elevado.
Tras haber alcanzado niveles de riesgo alto a finales de 2022, este indicador ha ido descendiendo paulatinamente a lo largo de 2023, con algunos altibajos, hasta el mencionado 0,25. El aumento de los tipos de interés ha provocado que los segmentos que han alcanzado los mayores niveles de riesgo en el tercer trimestre hayan sido los de renta fija, tanto a corto (mercado monetario) como a largo plazo (mercado de bonos), con máximos por encima de 0,604.
El rendimiento de la deuda pública y privada española a corto plazo siguió aumentando, si bien los ascensos fueron menos intensos en los activos de deuda privada. La prima de riesgo soberano mostró pocas oscilaciones, si bien en los últimos días de septiembre se produjo un ligero incremento. Las primas de riesgo de los subsectores privados españoles mostraron pocos cambios en el tercer trimestre tras una primera parte de descensos y ascensos en los últimos días del mismo.
En lo que va de año las emisiones de renta fija registradas en España se sitúan en 71.813 millones, un 21% menos que en 2022. El importe de las emisiones de deuda con criterios ASG o sostenibles de los emisores españoles del sector privado se situó en 4.406 millones en el tercer trimestre del año, muy por encima de las de 2022 (2.530 millones en el mismo periodo). El importe acumulado en 2023 hasta septiembre es de 10.352 millones, por encima también de los 8.640 millones de 2022.
En los mercados de renta variable, después de un primer semestre de avances, los principales índices de renta variable internacional presentaron caídas en el tercer trimestre. En España, el Ibex-35 finalizó el trimestre con un retroceso del 1,7%. A pesar de este ligero retroceso, el avance acumulado por el Ibex en el año le permite recuperar todas las pérdidas del ejercicio anterior.
Las emisiones de renta variable en los mercados financieros internacionales, que en 2022 registraron un descenso del 28%, se recuperaron levemente en lo que va de este año, si bien los volúmenes continúan muy lejos de los importes observados en 2020 y 2021. Por su parte, la contratación de renta variable española se situó cerca de 128.000 millones de euros en el tercer trimestre del año, un 14,1% menos y la cifra más baja en un trimestre de los últimos 10 años.