– Representan el 40% de todos los desplazados a nivel mundial
MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
Una cifra récord de 43,3 millones de niños y niñas vivían en situación de desplazamiento forzado a finales de 2022, lo que supone el 40% de la población desplazada mundial. Según estimaciones de Unicef, muchos de estos menores permanecerán en dicha situación forzosa durante toda su infancia.
«Durante más de una década, el número global de niños y niñas forzados a huir de sus hogares se ha duplicado, y en la actualidad se acerca a casi la población total de España», señaló Unicef.
Para la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, «este aumento está en consonancia con la constante embestida de conflictos, crisis y desastres climáticos en todo el mundo. También pone de manifiesto la insuficiente respuesta de muchos gobiernos para garantizar que todos los niños y niñas refugiados y desplazados internos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial».
De los 43,3 millones de menores desplazados forzosos a finales de 2022, casi el 60% (25,8 millones) fueron desplazados internos por conflictos y violencia. El número de refugiados y solicitantes de asilo también alcanzó un nuevo récord de 17,5 millones, «cifra que ni siquiera incluye a los nuevos en 2023». Desde que estalló el conflicto en Sudán, más de 940.000 niños y niñas se han visto forzados a desplazarse en 2023, estimó Unicef.
Según advirtió, los niños y niñas desplazados internos y refugiados suelen estar entre los más vulnerables en los estados de acogida. A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención sanitaria, no reciben la vacunación sistemática y no pueden acceder a la protección social.
Alertó de que para muchos de estos menores, «el desplazamiento resulta cada vez más prolongado». La mayoría de los niños hoy desplazados pasarán toda su infancia en esta situación. Por todo ello, Unicef hizo un llamamiento a los Estados, a fin de que reconozcan a los niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados como lo que son, «niños ante todo», con derechos a la protección, la inclusión y la participación.
También les pidió vías seguras y legales para que los niños se desplacen, busquen asilo y se reúnan con sus familias, garantizar que ningún menor sea detenido debido a su situación migratoria o devuelto sin garantías, a menos que se haya determinado que la devolución responde al interés superior del niño, y reforzar los sistemas nacionales de educación, sanidad, protección de la infancia y protección social para incluir a los niños desplazados sin discriminación.