• 10 de octubre de 2024 7:18 AM

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    Las enfermeras alertan de que los «pinchazos de discoteca» pueden ocasionar graves riesgos para la salud

    MADRID, 07 (SERVIMEDIA)

    El Consejo General de Enfermería (CGE) alerta de que los «pinchazos de discoteca» pueden ocasionar graves riesgos para la salud, ya que las drogas ilegales inoculadas pueden provocar inhibición de la voluntad, incapacidad para defenderse o tomar decisiones, caída de la presión arterial o pérdida de la consciencia, entre otros.

    Ante esta situación, el CGE alertó a los Consejos Autonómicos de Enfermería y a los colegios provinciales por los problemas que puedan acarrear estos pinchazos. Además, instó al Gobierno a endurecer por real decreto las penas para los agresores y a crear acciones de vigilancia y prevención específicas contra estos delitos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

    En este sentido, el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, subrayó que «estas prácticas atentan contra los derechos de la mujer, son ilícitas y, ante el auge e incremento que se está denunciando deberían ser tipificadas específicamente por la ley».

    «Hemos dado la voz de alarma a toda la Organización Colegial para denunciar todos y cada uno de los casos que sean atendidos en hospitales y centros de salud y atención primaria. Las enfermeras pondrán su granito de arena en la lucha contra esta actividad ilegal tan perjudicial para la salud y que está causando una gran alarma social estos días», añadió.

    DROGAS ILEGALES

    Las primeras investigaciones detectaron que estos pinchazos podrían inyectar sustancias ilegales y, por tanto, que carecen de control sanitario alguno, como el éxtasis líquido, la ketamina o benzodiacepinas, que producen una reacción inmediata en la víctima de pérdida de control y, por tanto, facilidad para el abuso por parte del agresor.

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    Los efectos son intensos pero estas drogas permanecen poco tiempo en el organismo, por lo que detectarlo es complicado si no se actúa con rapidez.

    Por ello, con el objetivo de dar todas las recomendaciones disponibles para las víctimas y sus acompañantes, el CGE ha puesto a disposición de la población una infografía de uso público.

    INFOGRAFÍA

    El secretario general del CGE, Diego Ayuso, remarcó que «los efectos son bastantes inmediatos y si se tiene sensación de pinchazo, hay que advertirlo rápidamente a gente de confianza para que puedan vigilar si se produce una situación de sedación o pérdida de control».

    Además, añadió, «antes de que actúe la sustancia, es importante contar si se ha visto a alguien que pudiera ser sospechoso de haber realizado la intromisión a la intimidad de la mujer. Muchas veces, cuando la víctima llega a los servicios hospitalarios, la sustancia ya no se detecta en los análisis, así que es muy importante estar atentos a cualquier sensación extraña».

    Aquellos pacientes con algunas patologías asociadas a tratamientos farmacológicos pueden tener reacciones adversas frente a estas sustancias, inyectadas sin consentimiento y sin ningún control. También habría que tener en cuenta otras posibles sustancias que hayan consumido voluntariamente, que, al mezclarse con una nueva dosis de otra droga, podrían provocar una intoxicación mayor.

    RIESGO CON LAS AGUJAS

    Asimismo, el CGE subrayó que se están utilizando agujas fuera del entorno sanitario, por lo que es posible que no estén desinfectadas o se hayan podido usar con otras personas. Así, dependiendo del estado del material que se está utilizando, la víctima podría llegar a estar expuesta a enfermedades de transmisión sanguínea como el VIH o la hepatitis.

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    Por ello, Pérez Raya insistió en que «nos encontramos ante una situación que como profesionales de la salud nos produce absoluto terror. Es inconcebible que se estén produciendo este tipo de prácticas, ya sea para llevar a cabo un abuso posterior o simplemente para asustar a las mujeres».

    «Desde las administraciones públicas -agregó- se debe trabajar con absoluta premura en parar esta problemática, implantar protocolos para ayudar a las víctimas y condenar a los atacantes. En un país civilizado y plural como es España no podemos tolerar estos comportamientos».

    Por ello, aconsejó llamar cuanto antes a los servicios de emergencias y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que acudan lo más rápido posible, así como no dejar sola bajo ningún concepto a la víctima.